martes, 1 de noviembre de 2011

I carrera "sin nombre", Caravia-Ribadesella

Primera edición de esta carrera organizada por el club ADAR (http://clubadar.blogspot.com/), entre las localidades de Caravia Alta y Ribadesella, discurriendo el trazado por la N-632, con una distancia de 13.2 km.
Aunque no tenía previsto participar en esta carrera, me apunto a última hora, casi fuera de plazo, con lo que somos tres los miembros del equipo CRONOASTUR (Guille, Noe y yo).
Como el día se presentaba soleado aprovechamos para hacer un poco de turisteo por la mañana antes de comer en Caravia.
Recogida de dorsales en la oficina de turismo, foto de rigor y a calentar un poco antes de la salida.

Con las prisas de la inscripción no he podido ver el perfil de la carrera así que no sé bien lo que me voy a encontrar y cómo dosificar las fuerzas. Los comentarios antes de la salida no hacían más que presagiar una buena paliza, no tanto por la distancia sino más bien por el par de repechos que nos íbamos a encontrar: el de Berbes y el de San Esteban de Leces.
Ante este panorama y con la North Race al día siguiente me autoconvenzo de que HOY SÓLO VOY A RODAR…
Nada más lejos de la realidad; con los primeros kilómetros en bajada, la primera en la frente, un ritmo de poco más de 4 minutos por kilómetro y a ver qué pasará luego. Y luego apareció el primer repecho, que se subió a buen ritmo, porque aún estaba fresco, pero que ya cargaba las piernas para el resto de la carrera.
La bajada hasta el desvío de la playa de Vega, también a todo trapo, luego el avituallamiento y de nuevo para arriba. Ahora ya se nota el derroche de la salida y ante un subidón de pulsaciones que me lleva casi al máximo decido aflojar y tomarme con calma el resto de la subida, guardando fuerzas para la bajada hasta Ribadesella.
En esta bajada empecé a notar la dureza del asfalto, que ya se me había olvidado tras una buena temporada de carreras y entrenamiento por montaña, así que mis rodillas empiezan a quejarse pero no quiero bajar el ritmo; no tan cerca ya de la meta y menos después del apretón del primer tramo de carrera, quiero bajar de la hora y ya en Ribadesella echo el resto.

Cruzo el puente, último giro en la glorieta y enfilo la recta de meta, al final me sobran dos minutos pero las sensaciones son buenas. Unos estiramientos, un poco de líquido y fruta y a la ducha.
La organización muy buena, como viene siendo habitual en esta gente del ADAR. El trazado muy ameno, aunque los coches a la entrada de Ribadesella estorbaron un pelín.
Al final el ir a “rodar” se quedó en un buen tute y veremos a ver cómo tengo las piernas para la North Race…mañana más