sábado, 6 de julio de 2013

II Trail Alto Aller

Tras haberme perdido la primera edición de esta carrera por las secuelas de la maratón de Lagos este año tocaba patear la montaña Allerana. Objetivo, terminar, dado el estado de forma de los últimos meses, pero ante todo disfrutar. Al final se consiguieron ambos objetivos, no sin sudar la gota gorda y llegar con escasos minutos de margen antes del cierre del control en meta.

El trazado ya prometía buenas dosis de dureza pero también de lugares impresionantes, muchos de ellos grandes desconocidos, que nada tienen que envidiar a otros con más "fama".

La modalidad, autosuficiencia,  hace que cargues con un peso extra, pero le da a la prueba un mayor grado de aventura. Y la verdad que con el calor que nos acompañó, el racionar el agua fue uno de los mayores quebraderos de cabeza.

Salida tempranera desde Felechosa, 7:30, previo control de firmas y de material obligatorio; esta comprobación reducida a mera declaración responsable: llevas cortavientos?. sí, llevo; llevas agua?, sí llevo; llevas barritas o geles?, sí, también...Dado el día que nos esperaba tampoco es que la cosa fuera tan seria...

Por si acaso la mochila con todo lo necesario y algo más. Al final me sobró una barrita, el cálculo fue bueno...





Vamos camino de las Foces del Pino por un sendero cómodo y ya en el molín de Peón la cosa se empieza a empinar. 



Poco a poco vamos haciendo kilómetros hasta llegar a las Foces y tras desviarnos a la derecha empezamos a subir a la base de Peña Redonda, donde ya nos van recibiendo los primeros rayos de sol y donde podemos disfrutar de buenas vistas del concejo de Aller.



Ya en la base de la peña nos desviamos a la izquierda hasta alcanzar el Palmián, a más de 1500 m de altitud, donde nos espera un buen repostaje de agua natural. Aquí se separaban los trazados de la k32 y del speed trail. 

Tras una corta pero empinada bajada nos aguarda el praderón, una subida impresionante que de no habernos tocado en sombra podría haber sido una odisea. Pacientemente y con paso tranquilo vamos ganando altura hasta llegar a los altos de Riopinos donde empieza el tramo de cordales que nos llevará por los picos de la Cabritera, Nogales, Jeje y por fin el pico del Oso, techo del recorrido. Las vistas increíbles, la costa con la nube metida, los Picos con bastante nieve, Peña Mea, Retriñón, Torres, Vegará...









Ahora toca bajar, primero a la majada de Alba y luego a la del Gumial, con los Castillones guardándonos las espaldas. Las piernas ya empiezan a acusar el trabajo y la bajada no es tan fluida como me hubiese gustado.

Pasamos por el bosque Tuzu con cuidado de no engancharnos en las ramas caídas en el suelo y luego disfrutamos del Gumial, con el sendero serpenteante entre fayas y pequeñas cascadas. Esta vez la sombra se agradece y llegamos por fin a la senda que va paralela a la carretera del puerto de San Isidro y que nos lleva a Cuevas, a la base de la última subida del día y que será la más dura con diferencia.

La primera parte pegados a la mole caliza y a la sombra y el último tramo a pleno sol aprovechando los fontanes para remojarnos la cabeza. Por fin llegamos a la collada Pandos. Ya aquí el paisaje se merece una pequeña pausa antes de lanzarse de nuevo hacia las foces y de allí a la meta en Felechosa.









* Gracias a todos los que se han pateado el trazado para sacar fotos y para ayudar en los puestos de avituallamiento.

Hasta que sólo quede uno 2013

Tras el sofocón del Asturcón se plantea la posibilidad de participar en esta curiosa carrera que se celebra entre el parque de la Providencia y la playa de Peñarrubia.




Este año cae de tarde, así que se prevé que los finalistas tengan que tirar de frontal.

La carrera no tiene misterio, corres hasta que te dobla el primero en un circuito rompedor de unos 2 km que combina senderos, prao, arena de playa y roquero resbaladizo.


El tiempo, esta vez el gran tramposo, ya que se esperaba una tarde soleada y nos acompañó lorenzo pero con su primo eolo engorilado, lo que hizo que antes de la salida la sensación térmica fuera más bien gélida (mirad cuántos pinguinos...).




Primera vuelta de reconocimiento y más que nunca de calentamiento, cómo soplaba...luego salida lanzada y cada uno a lo suyo. Grupo estirado hasta la bajada a la playa y ahí ya cada uno por donde mejor consideraba. 





Al final, tras unos 45 minutos de poner la patata a tope de vueltas consigo doblar a un tal Obaya...;)



Esta vez las sensaciones fueron algo mejores pero la cara de satisfacción la misma.




VI Carrera de montaña El Asturcón

Primera carrera de la temporada asturiana, sexta edición ya de El Asturcón manteniendo el trazado de 28 km que nos permite recorrer el Naranco por pistas y senderos.

Este año afronto la carrera en bastante baja forma así que no me planteo mejorar las marcas de otros años, bastante tendré con terminarla sin sufrir demasiado. Y cómo cambia el cuento cuando las piernas no responden y los kilómetros se empiezan a hacer más y más largos, pero siempre le encuentro el lado positivo, más despacio se ve mejor el paisaje.

Día gris y frío, que tras una semana de lluvias nos planteaba un trazado embarrado y juguetón. Mucha gente, este año creo que será la tónica, inscripciones completas  nada más abrirse. Esperemos que la masificación no traiga problemas añadidos.


Tras la salida vamos entrando en calor por la senda que nos lleva bordeando el Nora, que tras las lluvias va crecido para lo que en este río tranquilón es habitual. Tal es así que un tramo de la senda se encuentra cubierto por el agua hasta la altura de las joyas de la corona. Para los frioleros hay habilitado un desvío en el que cada cuál hace una interpretación personal de nuestros antepasados los monos, ya que hay que agarrarse para no acabar en el río...

Después de un llaneo de unos 3 km empiezan las subidas y vamos adaptando el ritmo hasta llegar al primer avituallamiento en Ladines. Un poco de agua y sendero arriba para pasar a las zonas más trialeras de la carrera. Pasamos por la cruz del Llampaya y bajamos hasta la fuente del pastor para enfilar la subida al pico paisano, que tenía menos barro del que yo creía pero sigue siendo igual de dura...

Avituallamiento a pie del Cristo, noto ya la falta de forma, así que me tomo un respiro, como, bebo, estiro y troto cuesta abajo a ver si renacen las fuerzas. Esta zona la tengo muy pateada y el ritmo no se aproxima al habitual, así que ya me imagino lo que me espera. Sigo al trantran y aprieto un poco en las bajadas, sobre todo en la que lleva de nuevo a Ladines y de ahí a la senda del Nora.



Este es el tramo que más me fastidia, tanto de piernas como de cabeza, miro el reloj y peor todavía, así que me centro en terminar y nada más.

Eso sí, entro en meta satisfecho ya que el disfrute sin sudarlo no me llena, pero con planes para intentar subir  el nivel de preparación para las carreras que se presentan.