domingo, 29 de abril de 2012

II Media Maratón de Gijón

Carrera pasada por agua pero aún así 1800 corredores se dieron cita en esta segunda edición de la Media Maratón de Gijón "Villa de Jovellanos".


Todas la previsiones meteorológicas acertaron: lluvia y frío. No dejó de llover ni un instante y la temperatura andaba por los 9-10 ºC.

Esta es una de las carreras ideales para hacer marca, ya que el trazado te permite llevar un ritmo bastante alto. No obstante, vengo en plan conservador y a la espectativa de ver cómo me encuentro a lo largo de la carrera.

La carrera dió comienzo a las 18:00 desde las Mestas. Primeros kilómetros a un ritmo cómodo, entre las liebres de 1:45 y 1:50; mucha gente animando para la que estaba cayendo.



Vamos hasta la Laboral y de vuelta hacia el Molinón para hacer los primeros 5 km. Me acerco un poco más al grupo de la liebre de 1:45 y formamos un grupito de unos 6 corredores que llevamos un ritmo parecido. Así seguimos hasta el paseo del muro, clavando kilómetros a 5´ y sin mayores complicaciones que la lluvia y los charcos.



Cuando llegamos a la zona de Cimadevilla ya pasa la cabeza de carrera de vuelta por el muro, menudo ritmo!!!, pero bueno, cada uno a lo suyo.

Repostaje antes de llegar a la plaza del Ayuntamiento, kilómetro 10, y enfilamos por el náutico. El grupo se mantiene y vamos ganado posiciones sin variar el ritmo. Primer repecho largo que hace mella en algunos corredores, pero enseguida se acaba y vuelve el llano.

Los ánimos del público se mezclan con las celebraciones de los goles del sporting, de hecho, algún corredor iba más pendiente del pinganillo que de ver dónde ponía los pies...

kilómetro 15, otro avituallamiento, al agua empieza a pesar en los pies y toca sufrir. Subo un poco el ritmo y consigo ir dejando atrás al grupo con objeto de llegar hasta la liebre de 1:45, pero es como un espejismo, lo tienes delante de tus narices pero cuanto más corres para acercarte, más parece que se aleja. No quiero cebarme tan lejos de meta, así que mantengo el ritmo y me reservo para los 2 últimos km, si puedo!!!.

Ya por la plaza de toros noto un dolor en las ingles, el puto pantalón!!!, menuda rozadura. Un corredor me avisa y casi me da algo cuando veo que los calcetines blancos son ya del sporting, a rayas rojas; la rozadura sangra, vaya plan. Aprieto los dientes, últimos 2 km, voy pasando gente, el del globo parece que también acelera, no sé si llegaré, pero ya da igual, a tope hasta el final. Paso de largo del último avituallamiento, llegamos al Grupo Covadonga, último repecho antes de las Mestas, entrada a las pistas de atletismo, ya sólo queda una vuelta por el tartán (se agradece la sensación después de tanto asfalto), sprint, última recta y entrada en 1:46.


Al final no pudo ser y no conseguí mejorar el tiempo del año pasado, pero las sensaciones son buenas y quedan muchas carreras por delante.

En cuanto al resto del equipo: podium en veteranos F ( 3º Ignacio), 4º puesto en veteranas A para Noe y un muy buen tiempo de Iván con 1:24.

El martes toca montaña, Villoria Race, veremos qué tal se nos da...

P.D.: gracias a todos los fotógrafos que a pesar de las condiciones se "mojaron"

 



sábado, 21 de abril de 2012

Campenato de España de Carreras de montaña, Tineo 2012

El 10 de junio se disputará el Campeonato de España de carreras de montaña en Tineo.



Hay dos circuitos, uno de 12.5 km con desniveles +921/-629 m para la categoría masculina y otro de 8.34 km con desniveles +618/-325 m para la categoría femenina. Pueden participar federados y no federados, siendo el importe de las inscripciones de 10€.

Hay otras dos competiciones ese mismo fin de semana: 3ª edición de los 10 km Villa de Tineo, Campeonato de Asturias de 10 km en ruta, que se celebra el sábado 9 y la 1ª Marcha solidaria "Tineo, cima del paraíso" que se celebra el domingo 10 de junio en beneficio de Cruz Roja y Fundación Agua de coco.

Más información en la web:


viernes, 13 de abril de 2012

19.5 Villoria Race

Organizada por Zona Boxes-Desnivel 0 % de Laviana tendrá lugar el 1 de mayo a partir de las 10:30 horas. Vamos a celebrar la festividad del trabajo pateando las caleyas y los senderos entorno a la localidad de Villoria, con salida y meta en la Plaza de la Iglesia.



Con un importe de 10 €, se destinarán 1€ de cada inscripción al IUOPA (Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias), con lo que además de disfrutar de los paisajes de la zona colaboras con una buena causa. El plazo para inscribirse es hasta el 25 de abril o al llegar a los 200 participantes.

El trazado, según la organización, es bastante asequible, sin grandes dificultades técnicas, con una longitud de 19.5 km y un desnivel positivo de 820 m.

Habrá avituallamientos líquidos (2) y sólidos/líquidos (2), duchas, espicha y sorteo de material deportivo.





sábado, 7 de abril de 2012

II Lanzarote Lavatrail

Tras la accidentada carrera del Asturcón tocaba cambiar de aires y de distancia. Aún con molestias en el estómago y con las piernas bastante cargadas nos plantamos en Lanzarote para tomarnos unos días de "descanso" y de paso participar en la segunda edición de la Lanzarote Lavatrail en su modalidad de Maratón.

No las tenía todas conmigo, porque estaba bastante tocado así que los primeros días en la isla descanso total. Sólo el jueves antes de la carrera me animé a rodar un poco por las playas del Papagayo a ver cómo me encontraba y la verdad es que las sensaciones fueron bastante buenas.

La carrera era el domingo y la salida se encontraba en la localidad de Mancha Blanca, a unos 40 minutos en coche desde donde estábamos alojados. Como había que estar allí a las 7 de la mañana había que gestionar el transporte y en este sentido tengo que agradecer al gerente del hotel Sandos Papagayo que nos llevara en su coche a la salida. Eso sí, el madrugón no nos lo quitó nadie.

Aunque la previsión era de buen tiempo, ante el viento que hizo estos días y el descenso de temperaturas al caer el sol decido abrigarme por lo que pueda pasar: camiseta térmica, cortavientos y buff, luego ya tendría tiempo de ir quitando.

Llegamos a Mancha Blanca a eso de las 6:45, todavía de noche y ya había pasado la cabeza de carrera de la Ultratrail, que salían desde la playa de Arrieta a las 2:00 de la mañana. En este punto ya llevaban lo que a nosotros nos quedaba por delante.

Empieza a asomar el sol, pero hay bastantes nubes y se nota el frío, así que voy trotando suave para no quedarme helado.



Hago migas con alguno de los participantes que me informan de lo que nos vamos a encontrar a lo largo del recorrido. Lo más complicado los senderos de "jable" que es una gravilla muy suelta en la que te hundes hasta el tobillo y te ralentiza bastante, además de metérsete en la zapatilla y obligarte a parar bajo pena de ampolla o rozadura.


En cuanto a la complejidad del trazado hay un par de zonas técnicas, bajadas estrechas con mucha piedra suelta y casi al final de la carrera en las que hay que procurar no despistarse para evitar ir al suelo.



A las 7:45 todo el mundo ya preparado, último control de dorsales y briefing por parte de la organización; fotos de rigor y todos listos para tomar la salida.



Cuenta atrás manual 3...2...1...Salimos!!!!



Los primeros kilómetros discurren por senderos y campos de lava sin mucho desnivel que hacen que el ritmo sea más bien alto, aunque eso no es lo que yo tengo previsto así que me voy quedando atrás, manteniendo un ritmo casi de calentamiento. Vamos serpenteando hasta encontrarnos con la primera subida, ni muy larga ni muy pronunciada pero que provoca la primera aparición de sudor; casi se agradece para mitigar el fresco.



Las nubes no parecen querer irse y el sol se hace de rogar (ya me acordaré yo de estas palabras más adelante...)



Tras este repecho nos dirigimos hacia el sureste por una pista que nos lleva hasta la zona de los cráteres de la Caldera Colorada y de la Montaña Negra en la que podemos disfrutar de un paisaje "marciano", salpicado de bombas de lava...


Tras bordear los cráteres, cruzamos la carretera y nos adentramos en una zona de senderos en los que tomamos contacto con el "jable", que aunque en pequeños tramos, hace que la pisada se amortigue en exceso y te reduce el ritmo de marcha. Nos acercamos a otro crater conocido como la Caldera de los cuervos, y la verdad es que por su forma el nombre le viene que ni pintado...


Ahora nos toca afrontar una duna de "jable". Primero una subida en la que los pies se hunden por encima del tobillo. Toca caminar, hay que tomárselo con calma. Pero luego, la parte más divertida, la bajada. Ahora el que se hundan los pies te amortigua y tienes la sensación de descender por una ladera de agodón. Me dejo llevar y bajo dando grandes saltos, como si estuviera en la luna, menudo parque de atracciones...



Lo malo es que al terminar la bajada toca descalzarse y vaciar los dos kilos de jable que se te han metido en el playero. Pero bueno, la operación es rápida y sigo adelante. Ya se nota que nos acercamos a la Geria porque empezamos a atravesar viñedos, con sus muretes cortavientos.


Llegamos por fin al primer avituallamiento, poco antes del kilómetro 14, que estaba situado en las bodegas Stratus, y que era el inicio de la prueba de media maratón. Consigo enlazar con unos cuantos corredores que me preceden y llegamos justo cuando se estaba dando la salida de la media. Toca hidratarse y comer un par plátanos, esta vez nada de geles por si las moscas. Llego bastante fresco y decido mantener el mismo ritmo por lo menos hasta el siguiente avituallamiento.


Ahora toca repegar por las laderas del cráter de la Guardilama, plagadas de viñedos y con senderos de jable que esta vez ya se notan en las piernas. Esta es una de las subidas duras de la prueba y hay que tomársela con calma. Alterno pequeños tramos de trote con otros caminando y subo bastante suelto, adelantando incluso a algunos rezagados de la media e incluso alguno de la ultra; la verdad que estos tíos tras 55 km tienen que ver esta subida con otros ojos!!!.


Corono en la Asomada y antes de descender a toda prisa por el sendero "esponjoso" disfruto de la vista de la zona este de la isla: Arrecife al fondo, Puerto del Carmen y Tías al frente y a la derecha Puerto Calero.



Seguimos entre viñedos y nos dirigimos en dirección suroeste hacia la localidad de Uga, donde en el km 22 tenemos el segundo de los avituallamientos.




Llegando a esta localidad atravesamos lo que para mí fue el tramo más feo de la carrera, por una carretera solitaria que bordeaba el pueblo, sin casas, sin gente, sin paisajes y con el sol que comenzaba a hacerse sentir. Pero al fin y al cabo casi 3 km que enseguida pasaron. Repito el menú del avituallamiento (hay que aprovechar que estamos en la tierra de los plátanos...) y como me queda algo de agua en el camel decido no recargar hasta el siguiente puesto. GRAVE ERROR, si sé lo que nos aguardaba más adelante hubiera llenado la joroba hasta arriba.

Vamos desde Uga hasta Yaiza por una pista que bordea una cantera, con mucho polvo y con el sol apretando ya de lo lindo. Además, aquí no corría casi el viento y la boca se te resecaba con cada respiración. Lo poco que  me quedaba de agua no me duró ni 4 km y todavía quedaban otros 7 más...

Vamos corriendo ya por senderos a media ladera, ascendiendo hasta la localidad de la Degollada, donde tras coronar el alto seguimos por un tramo de carretera hasta que en el km 28 tenemos una maravillosa panorámica de la parte suroeste de la isla: Las Breñas, las salinas de Janubio, parte del Timanfaya y Playa Blanca.



Ahora toca el tramo técnico del que me habían hablado: es un pasillo estrecho, con subidas y bajadas, muy revirado y con mucha piedra suelta y algo de ramas, por lo que toca mirar al suelo y no despistarse. Noto que las piernas ya empiezan a acusar los km y me cuesta levantar los pies, con lo que tropiezo con alguna que otra piedra, trastabillando y tengo que hacer malabares para no irme al suelo. Este tramo en los 20 primeros km sería hasta divertido...

Sigo acusando la sed y no llega el tercero de los avituallamientos, todavía me separan de él 3 interminables kilómetros, que aunque son cuesta abajo no se acaban nunca porque el firme es muy duro y en cada pisada noto pinchazos en cada rodilla.

Por fin lo alcanzo y repongo líquidos, apuro dos plátanos y tras estirar un poco las piernas continúo la marcha, con Playa Blanca a la vista, pero la meta todavía a 9 km.

Vamos paralelos a la carretera por una zona no muy allá, aunque empiezo a encontrar más gente; este tramo coincide también con los de la modalidad starter, que acaban de salir a las 11 desde Femés.

En el km 34 nos separamos de la carretera para seguir a media ladera por los Ajaches hacia las playas del Papagayo.



Descendemos hacia la playa de las Mujeres y tras atravesarla de lado a lado enfilamos el último tramo de senderos, que entre acantilados nos lleva al paseo de Playa Blanca. Se me vuelven a llenar los pies de arena pero decido tirar hasta la meta y apurar los últimos km.

Una vez en el paseo, se nota la diferencia del firme de estos 2 últimos km, las baldosas te machacan pero con los ánimos de la gente te olvidas de todo y te llevan en volandas a la meta. Pasamos por delante del castillo de las Coloradas camino del Rubicón. Es un paseo puñetero por las subiditas que tiene, que a estas alturas te matan.

Adelanto a varios corredores, unos de la starter, otros de la media, alguno de la maratón y alguno de la trail, todos con lo suyo, la reserva ya casi agotada, nos animamos mutuamente, alguno que va caminando saca fuerzas de donde no tiene y trota un poco, la visión de la meta da alas, ya no queda nada, última bajada al puerto, música, speaker, gente animando, el sol calentando más el ambiente, últimos metros, sprint, ya lo tenemos...FINISHER tras 5 horas.



Experiencia más que recomendable, aunque para la próxima igual me animo con los 84 km de la ultra, pero eso son planes a largo plazo. Muy buena organización, muy buen trato a los corredores: hospitalillo en meta con masajistas, avituallamiento fin de carrera, bufette, buena bolsa del corredor y los paisajes, de otro mundo.

jueves, 5 de abril de 2012

V Carrera de Montaña El Asturcón

Ya casi han pasado dos semanas desde la carrera, así que espero no dejar nada en el tintero.

Era una de esas carreras "esperadas", con el objetivo de comprobar el estado de forma y de intentar mejorar la marca del año pasado; además de haberla estado preparando casi dos meses antes, con un sinfín de tiradas por distinas partes del recorrido, e incluso realizándolo al completo. Además esta vez tengo rivales directos dentro del equipo que vienen pisando fuerte desde el asfalto, piquilla sana...

Por fin llega el domingo y tras el correspondiente madrugón (se cambiaba la hora y dormías algo menos) llego a la zona de salida en el centro hípico que le da nombre a la carrera. Las previsiones no fallaron y aunque la mañana estaba algo fresca se intuía que el sol nos iba a acompañar a lo largo de la carrera.

Tras recoger el dorsal y tomar un temtempié toca prepararse para calentar; unas cuantas carrerinas por la zona y ya enseguida nos llaman al corralito para pasar el control de dorsal.

Tras el sufrimiento de los últimos kilómetros del año pasado la estrategia esta vez la tenía muy clara: salir tranquilamente y llegar fresco por lo menos a Ladines o hasta mitad de carrera. Luego, si las piernas lo permiten, echar el resto y apretar en las zonas técnicas, dejando algo de gasolina para el último tramo bordeando el Nora. Con esto esperaba por lo menos mejorar en unos minutos el tiempo anterior.

Por fin se da la salida y como es habitual los favoritos ocupan la cabeza de carrera y salen como almas que lleva el diablo. Yo de mayor quiero salir así en las carreras, y poder terminarlas!!!.

Cumplo el plan previsto y enseguida me pasa el grueso del pelotón, quedándome en la parte trasera a un ritmo muy cómodo y disfrutando del sendero. Los dos primeros kilómetros son casi llanos y te invitan a ir más deprisa, pero ya me conozco estas tentaciones de inicio de carrera, así que yo a lo mío.

Ya en el tercer kilómetro nos encontramos con alguna rampa que pone a más de uno en su ritmo y comienza a hacerse más grande el grupo de cola, y todavía faltan 25...

Abandonamos ya la ribera del Nora hacia el kilómetro 6 y nos dirigimos hacia Axuyán. Voy mirando el pulsómetro de vez en cuando y de momento la cosa pinta bien: pulsaciones moderadas y mejorando los tiempos por kilómetro respecto al año pasado.

El sol ya empieza a asomar y me pregunto si haría bien en dejar el botellín en el coche para ir más ligero, ya que el tramo entre los avituallamientos de Ladines y del Cristo es un poco largo y la subida final se puede complicar si casca el sol.

Llegamos a Ladines y en el avituallamiento me tomo un gel y agua antes de afrontar el camino de subida hasta el periurbano. Antes de llegar arriba mi estómago me dice que algo no va bien. Llevaba una semana un poco delicada pero sin  más y además estos geles ya los había más que probado...pues aún así mi estómago parecía un concierto de sonidos que no presagiaban nada bueno.

Ya en las subidas y bajadas por la zona de monte el sol aprieta y lo que me temía se hizo realidad: voy a pasar sed. En la subida al pico Lampaya la boca ya estaba seca como una alpargata y todavía me quedaban 5 km y la subida al Cristo!!!. Para complicar aún más el tema, empecé a sentir retortijones que me impedían correr.



Tocaba sufrir y así fue. Intentaba correr pequeños tramos y caminar otros pero la cosa no mejoraba, ni siquiera en las bajadas podía ir rápido. Ahora tocaba subir al Cristo, y tras mil pasos eternos encorvado bajo el sol llegué por fin al avituallamiento. Esta vez ni hablar del gel, agua, isotónica y plátanos, pero aún así el problema seguía.



Sólo 10 km más y casi todo en bajada, venga, un poco más, vale vale, camina...ya estamos de nuevo en Ladines, me pasa mucha gente, los retortijones van a más, los minutos pasan y los kilómetros no, sólo pienso en llegar, al carajo con la mejora de tiempos, sólo quiero llegar...



Me encuentro con Iván del Avientu y hacemos juntos un buen tramo, vamos rotos, cada uno con lo suyo, nos animamos, tiro yo un poco, luego me alcanza y al final me quedo atrás...hago los últimos kilómetros fundido, ya se oye al speaker, enfilo la pista de arena y echo el resto los últimos  metros...por fin la meta...

A veces cuanto más se prepara algo, cuando procuras que todo esté a punto la cosa falla por algo inesperado. En este caso mi cuerpo no permitió que disfrutara de esta carrera que tenía señalada en el calendario pero nada me quita la ilusión de volverlo a intentar el año que viene.

Por cierto, mis compañeros-rivales de CRONOASTUR vienen pisando fuerte, así que las espadas están en todo lo alto.